Vivir es un derecho, no una obligación. |
Mar adentro, mar adentro...y en la ingravidez del fondo, donde se cumplen los sueños, se juntan dos voluntades para cumplir un deseo. Un beso enciende la vida con un relámpago y un trueno, y en una metamorfosis mi cuerpo no es ya mi cuerpo, es como penetrar al centro del universo, al abrazo más pueril y al más puro de los besos, hasta vernos reducidos en un único deseo: tu mirada y mi mirada como un eco repitiendo sin palabras: más adentro, más adentro, hasta el más allá del todo por la sangre y por los huesos. Pero me despierto siempre y siempre quiero estar muerto para seguir con mi boca enredada en tus cabellos.