Yo las oí. Sonaban como las demás. Daban el mismo sonido.
Las decían los mismos labios, que hacían el mismo movimiento.
Pero no se las podía oir igual. Porque significan: las palabras significan.
Ay, si las palabras fuesen sólo un suave sonido,
y cerrando los ojos se las pudiese escuchar en el sueño...
Y las oí. Y su sonido final fue como el de una llave que se cierra. Como un portazo. Las oí, y quedé mudo. Y oí los pasos que se alejaron.