martes, 14 de septiembre de 2010

Eduardo Manostijeras (1990)

Un día, creó a un hombre. Y le dio entrañas, un corazón, un cerebro. Todo. Bueno, casi todo. 

Así que el hombre se quedó solo, inacabado y completamente solo.
Abrazame Edward. No puedo.
- ¿Quieres jugar a piedra papel tijeras?
- No.
- ¿Por qué?
- ¡Me aburro! Me canso de ganar siempre.