jueves, 9 de septiembre de 2010

Memorias de Africa (1985)

Cuando los dioses quieren castigarnos atienden nuestras plegarias.

Yo tenía una granja en África, al pie de las colinas de Ngong.
Conozco una canción de África, que habla de la jirafa y de la luna nueva africana descansando sobre su lomo, de los surcos en los campos de cultivo y de las caras sudorosas de los recolectores de café. ¿Acaso conoce África una canción que hable de mí? ¿Se agitará el aire sobre la llanura con un color que yo he llevado? ¿O tal vez los niños inventarán un juego en el cual figure mi nombre? ¿Formará la luna llena una sombra sobre la grava del camino que se parezca a mí? ¿O tal vez me buscarán las águilas de las Colinas de Ngong?

Denys me había dado una brújula "para seguir el rumbo" dijo, pero mas tarde comprendí que navegábamos con rumbos distintos. Quizás él sabía, aunque yo no, que la tierra fue creada redonda para que no podamos ver el final del camino.

Karen, estoy contigo porque he elegido estar contigo. No quiero vivir como los demás piensan que hay que vivir. No me pidas que lo haga. No me gustaría descubrir un día que estoy al final de la vida de otra persona. Yo quiero pagar por la mía, sentirme solo, morirme solo si es preciso. Creo que es justo... No estaré más unido a ti ni te querré más por un trozo de papel.